Lactancia materna por un planeta saludable

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La semana mundial de la lactancia, celebrada entre el 1 y el 7 de agosto, resalta este año el vínculo entre la lactancia materna y el cuidado del medio ambiente.

Ante la necesidad de encontrar soluciones sostenibles para el cuidado del planeta, la lactancia materna se ha convertido en una parte fundamental para el desarrollo de las futuras generaciones. A través del mejoramiento de este proceso se espera cumplir con diferentes puntos planteados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.

Importancia de los alimentos

Las consecuencias generadas por el cambio climático y el daño ambiental han puesto en riesgo la seguridad alimentaria en el planeta. La actual pandemia ha demostrado el fuerte impacto de las actividades humanas, ya que a partir del confinamiento las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron considerablemente.

Estos hechos plantean la necesidad de cambiar nuestros hábitos de consumo, empezando por la alimentación de nuestros bebés. La Organización Mundial de la Salud, en conjunto con UNICEF, brindan algunas recomendaciones para la alimentación de niños y lactantes:

  • Iniciar la lactancia temprana, especialmente dentro de la primera hora de vida del recién nacido.
  • Mantener la lactancia materna de manera exclusiva durante los primeros seis meses de vida.
  • Hasta los 2 años se puede mantener la lactancia materna, incorporando a la vez alimentos sólidos

¿Cuáles son los desafíos que se plantean actualmente?

Acciones sostenibles para el cuidado del planeta

Resulta imposible desconocer el impacto que ha hecho con el tiempo la actividad del ser humano en el planeta; los recursos necesarios para la subsistencia se agotan cada vez en mayor medida. Es necesario el uso responsable de las fuentes de energía y los recursos naturales, la conservación de la biodiversidad y la reducción en nuestros niveles de consumo.

La lactancia como un sistema alimentario sostenible

En la actualidad, la industria de los alimentos es responsable de cerca del 26% de las emisiones de gases del efecto invernadero. Esto, sumado a las actuales prácticas de producción, han degradado los ecosistemas del agua y suelo.

La leche materna, al ser un alimento rico en nutrientes para la primera infancia, puede ayudar en la reducción del uso de sucedáneos de leche, que además de generar mayor contaminación, no aportan tantos nutrientes como la leche materna.

Huella ecológica de los sucedáneos de la leche materna

La ganadería lechera es el ingrediente principal para los sucedáneos, una actividad que genera cantidades importantes de metano y otros gases. Requiere de unas áreas extensas para el pastoreo, lo que se deriva en mayor deforestación y menos zonas verdes.

Para enfrentar estos desafíos y promover la alimentación en los recién nacidos a través de la lactancia materna, es necesario emprender acciones para el bienestar de las madres lactantes. Entre los retos encontramos el garantizar la alimentación a las mujeres, además de promover la salud y la igualdad en el acceso a oportunidades.

 Se requiere de un constante apoyo social para amamantar de manera óptima; apoyo por parte de su familia, comunidad, sistemas de salud y lugar de trabajo. La capacitación del personal de salud debe estar presente cuando las madres requieran de consejería en lactancia.

 

Fuente: WABA. Semana Mundial de la Lactancia Materna

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